BOOM
BOOM
Yo estaba en la
cocina. De espaldas a todo. Blandía la batidora contra un puñado de
verduras, decidida a hacerlas puré.
Cinco minutos antes
había sonado el móvil. Había escuchado los mensajes con
serenidad y silencio. Ha debido de ser en el minuto seis o el siete,
cuando he comprendido que mi vida entera estaba saltando en pedazos.
La explosión ha
sido tan gigantesca que ha dejado mi casa al aire, y el aire vacío
de ruidos.
Me he quedado sin paredes, sin palabras, con un pasado bastante imperfecto que ahora veo plagado de equivocaciones, un futuro demasiado condicional y el presente roto y sin indicativos.
Me he quedado sin paredes, sin palabras, con un pasado bastante imperfecto que ahora veo plagado de equivocaciones, un futuro demasiado condicional y el presente roto y sin indicativos.
Estoy helada. No sé
qué hacer.
Presiono el botón
de la batidora. Sigo cocinando, como si aún tuviera paredes y palabras, como si el aire no estuviera vacío y tan helado.
Nana entra en la
cocina.
Me dice algo que no se sostiene en el aire. No consigo descifrarlo.
Sonrío para tranquilizarla.
Me dice algo que no se sostiene en el aire. No consigo descifrarlo.
Sonrío para tranquilizarla.
No entiendo cómo ha
ocurrido. No entiendo por qué ha ocurrido. Pero tomo una decisión firme: No voy a continuar haciendo mi vida puré.
©Laura Rivas Arranz
Ilustración de portada: Viscious-Speed (pixabay.com)
Comentarios
Publicar un comentario
Tu comentario tardará unas horas en aparecer en el blog. ¡Muchas gracias por comentar!